En noviembre, por unos motivos u otros no he tenido tiempo de sacar el coche, pero sigo fiel a la necesidad de encenderlo al menos una vez al mes. Así que ante la falta de tiempo lo arranqué en el propio garaje hasta que los electroventiladores se pusieron en marcha. Sigo pensando que cualquier máquina hay que ponerla en funcionamiento regularmente, mi formación y experiencia de ingeniero me corroboran que todos los sistemas se averían menos si se utilizan para lo que fueron inventados.
Los problemas que produce una inactividad en los coches son:
Si el coche está mucho tiempo sin moverse, el peso deformará los neumáticos. Los elementos del aire acondicionado como filtros y juntas se lubrican con el movimiento del gas interno, si no se utiliza se agrietarán las gomas produciendo fugas. Los elevalunas eléctricos van en la puerta y están expuestos a una mayor humedad, si no se usan, se puede formar óxido que impida que giren correctamente. El motor si lleva mucho tiempo sin girar, los aros de los pistones pueden haberse quedado pegados, lo que provocará una avería grave, aparte el aceite puede haber perdido sus propiedades. En el circuito de refrigeración las gomas de los manguitos se pueden secar y cuartear, además la bomba de agua se puede agarrotar. Los elementos que garantizan la estanqueidad del motor necesitan “hidratarse” mediante su contacto con aceite; si una mecánica está parada durante mucho tiempo, las juntas se resecan, se agrietan e incluso encogen, provocando fugas. Los taqués hidráulicos que accionan las válvulas se desceban, si al volver a arrancar se escucha un “tac-tac-tac” en la parte alta del motor que no cesa pasados 5 minutos significa que algún taqué falla. El líquido de frenos absorbe mucha humedad aunque esté parado lo que provoca que las juntas de goma se estropeen y se oxiden piezas de los componentes del circuito de frenos. La caja de cambios y diferenciales si no se mueven, no se sumergen en el aceite lo que puede provocar óxidos en piñones, sincronizadores y horquillas. El lavaparabrisas si no circula por los conductos puede llegar a obstruirse y no expulsar el agua a nuestra solicitación.
En general todos los líquidos internos si no circulan por sus correspondientes circuitos se vuelven más viscosos tras mucho tiempo inactivos y además cuando se vuelven a usar arrastran el óxido de las zonas no sumergidas y se puede llegar a formar una pasta que obtura los conductos.
Por todo esto yo soy muy escéptico con las personas que compran coches de veinte años con 10.000km y dicen que están como nuevos, pues no, no están como nuevos a no ser que sean kilómetros realizados de manera regular durante los veinte años. Lo ideal para un coche sin uso sería realizar unos 50km cada mes, alternando ciudad y carretera abierta, accionando todos los elementos y sistemas, y por supuesto realizar el cambio de los líquidos y correas y gomas según el tiempo recomendado. Ah!!! y meterle alguna exprimida por carretera abierta, ya sabéis que para mí es ley eso de “una exprimida por salida prolonga la vida”.