El viernes le pusimos las ruedas al coche y lo bajamos al suelo, íbamos a montar de nuevo el coche para comprobar que no se desajustaban los faros, capot y puerta, no es lo mismo tener el coche sobre caballetes que sobre sus ruedas, los puntos de apoyo son distintos y por ello la carrocería se torsiona de forma diferente. Para ello tuvimos que montarle provisionalmente la plaqueta de la suspensión estropeada porque la que pedí nueva todavía no llegó.
Las fotos del momento me hacen volver a ver la belleza de este automóvil, ya casi no puedo recordar como era con los golpes, debo retroceder a fotos del inicio para observar el gran trabajo que ha realizado el chapista.
En la semana que estoy actualizando el blog el pintor empezará su trabajo y de ello veremos algo para la semana que viene.