A estas alturas es evidente que conocéis mi entusiasmo por esas curiosas maquinas llamadas automóviles. Como es una afición coincidente con muchos familiares paternos pienso que es algo genético, esto incluso ha provocado que realizase los estudios de ingeniería para saber como funcionan.
Siendo jovencito me percaté que los vehículos que mejor respondían a mis ideales automovilísticos eran los Ferrari que evidentemente eran inalcanzables. Aún así nunca los llegué a idealizar, quizás porque nunca tuve necesidad de depender de mitos, es más, por algunas entradas pasadas también sabéis que no adoro a ningún personaje, no obstante soy consciente de la importancia mediática que pueden tener algunos. Hablando de la órbita ferrarista existen muchos, pero si lo restringimos a los actualmente vivos podríamos nombrar a Niki Lauda, a Fernando Alonso, a Michael Schumacher y como no, a Luca Cordero di Montezemolo.
Al final toda esta historia no es más que para justificar una de las fotos que subo este mes al blog, sí, habéis visto bien, es mi selfi más mitómano. Coincidiendo con un viaje a Roma que hicimos mi mujer y yo, nos encontramos por la zona de embarque del aeropuerto de Fiumicino con el Sr. Luca Cordero di Montezemolo, le pedí un selfi al cual accedió amablemente incluso poniendo en espera una conversación que mantenía al teléfono.
En fin, este ha sido un viaje a Roma culminado con una gran sorpresa. Ahora sólo me queda conseguir que Fernando Alonso me firme la guantera de mi F355, ya sé que no está en Ferrari pero pienso que volverá para sacarse la espinita, además seria muy emocionante que compartiera equipo con Vettel.
