Por supuesto el coche lo transportamos en una grúa porque era mucho más fácil que intentar arrancarlo para circular por si mismo, como sabéis parte de su mecánica estaba desmontada (calculadores, radiadores…). Además incurriríamos en la ilegalidad de circular sin ITV, sin matrícula y sin seguro, por ello y aunque el taller de pintura estaba muy cerca no merecía la pena arriesgarse.
Abajo quedan fotos de “El antes”, es decir del transporte necesario para pintarlo. Me tenéis que perdonar que mantenga un cierto suspenso. Para ver el aspecto del coche pintado os emplazo en este mismo lugar para la semana siguiente en “El después”.