miércoles, 15 de octubre de 2008

ESTO TOMA FORMA

Os acordáis de aquella impresionante película de Christine de Stephen King, un Cadillac era comprado en estado de chatarra por un chico, después de arreglarlo su personalidad cambió a semejanza del coche que tenía alma, de todo ello lo que a mi más me impactó era que después de que el coche se abollaba por las maldades que realizaban ambos éste se desabollaba, pues bien, ahora mismo mi Ferrari está sufriendo esa metamorfosis. Es alucinante ver como un chapista recupera la chapa abollada, pena me da que a lo tonto estamos perdiendo estas profesiones por el desmonta-tira-compra-monta.

El chapista atacó el costado izquierdo y empezó con la puerta de ese lado, poco más tengo que decir porque como una imagen vale más que mil palabras, ahí van 8 fotos (una de ellas es la culata de la bancada izquierda del motor en “testarossa”). Dos de las fotos son una comparación entre antes y después.